II edición de microrrelatos.

Hola a todos.

Transcurrida la semana que había para presentar microrrelatos ha llegado la hora de la verdad. Se han presentado un total de 6 microrrelatos a esta edición y desde el blog os damos las gracias a todos los que habéis dedicado un rato de vuestro tiempo para sacarnos a los demás una sonrisa.

Son seis microrrelatos amenos y que recomiendo su lectura para distraerte del duro día a día, la dificultad era amplia puesto que escribir humor en tan poco espacio es cuanto menos un reto. Y sin duda han superado la prueba nuestros participantes.

Los envíos han sido más escasos que en la edición anterior y comprendemos que las fechas y la dificultad del género eran importantes. Aún así va a ser una disputa dura la que tienen los 6 microrrelatos.

Las reglas de votación son las siguientes:

Todo miembro del blog o del foro tienen derecho a 1 voto. Las personas que no estén en el blog y quieran votar deben convertirse en miembro registrado del blog, del foro o ambas. Los votos anónimos son nulos.
El plazo para votar acaba este domingo. Los votos los tenéis que hacer vía comentario por el blog o el foro.

Actualmente han votado ya: Vana ilusión de HUGO JESUS MION votado por O´DONNELL
                                               Vana ilusión de HUGO JESUS MION votado por EL MOLI
                                                Javier de EL MOLI votado por MERYROSS

Aquí tenéis los 6 microrrelatos y sus autores:

HUGO JESUS MION

Vana Ilusión:
Durante varios días había tenido un sueño, recurrente. Se veía a sí misma, caminando descalza sobre el pasto, húmedo de rocío. Lo llamativo era su vientre, que crecía y crecía, mientras ella se iba llenando de una sensación de bienestar. Sentía moverse a la criatura, y sus ojos se humedecían por la emoción.

De pronto, una horrible aparición, con forma de halcón, revoloteaba lúgubremente a su alrededor, y lanzaba unos chillidos espeluznantes, que parecían decirle: ¡Nunca! ¡Nunca! Entonces, se despertaba.

El sentimiento de frustración no llegaba a apoderarse de ella, porque la tibieza de los huevos que estaba empollando la traía de nuevo a su realidad de gallina.

EL MOLI

Javier

Entró como tromba, llevándose todo por delante.
¡Para loco!... ¿Qué haces?
-¡La ví!, ¡Es preciosa!
¡Me sorprendió!, nunca lo había visto así, gesticulaba, todo su ser sonreía.
Me la describió con lujo de detalles.
Estaba enamorado, claro para el, ella irradiaba sensualidad, ansiaba tenerla, poder acariciarla, frenético no paraba de hablar.

Quise explicarle.
“Mira Javier vos tendrías que entender, que no estas preparado, ademas fíjate tus limitaciones, en donde vivís, que va a decir tu familia.”
El no me escuchaba, solo pensaba en ella, hacia planes, donde la llevaría, su mente divagaba y no me prestaba atención, estaba feliz.
Pobre Javier, nunca había tenido una tortuga.

RAFAEL BARALT

Sabiduría canina

Ella, algo recatada, conservadora y treintañera solterona; siempre se le veía pasear con su pequeña Niki, blanca, de raza fina y pedigrí. El, sumamente pretencioso, galán y seductor; se hacia acompañar todas las mañanas por su perro Kato, un exótico Terrier color grisáceo. 

Se cruzaron una vez en el parque, se miraron y se gustaron de inmediato. Aprovechando como excusa la coincidencia de raza se le aproximó a ella comenzando así su plan de conquista y seducción. 

Pasaron semanas de largas charlas matutinas mientras sus mascotas corrían por el parque hasta perderse de vista. Llegado su momento le hizo una atrevida insinuación. 
Ella, debatiéndose entre la pasión y sus creencias, optó dolorosamente por no verlo más.

Esa tarde, mientras se cuestionaba su absurda decisión, escuchó un agudo aullido, volteó y estupefacta murmuró: 

“- Definitivamente fuiste más sabia que yo”, mientras observaba a Niki que orgullosamente lamía a su cachorro recién nacido color gris Kato.

MERYROSS

Se terminó

Me duele reconocer que esto no va más. 
No se si el que falló fuiste tu o yo, pero esta ya no es vida.
Cuantas veces te pedí que te controles, pero nada, no me escuchas.
Cuando está ella eres otro, pero ahora mira, esto es un desastre, mi ropa interior está destrozada, mis genitales se desparraman por los agujeros, y a vosotros os divierte.
No me pongas esa cara, tus gases son peores que los míos, si claro tu no protestas, no te importa, pero a mi sí.
Sabes que eres muy importante en mi vida, que te quiero, pero así no puedo seguir.
He decidido poner un punto final, me duele hacerlo, pero mi dignidad está en juego.
Así que a partir de hoy Batuque dormirás afuera como todo perro y ella te hará compañía.
Solo a mi se me puede ocurrir criar una lechuza.

O´DONNELL

Afán de protagonismo

Aquella noche durmió poco. Estaba eufórico. Mañana sería el “gran día”, el derbi, por el que aguardaba su gran debut de esta temporada.
El estadio estaba repleto y los cánticos se elevaban al cielo de la ciudad como una oda al deporte rey. El partido comenzó y él no estaba en el terreno de juego. Tenía que esperar hasta el primer cambio para saltar al campo. La grada alrededor suyo le conocía y le animaba, pues todos sabían lo que haría en el partido.
Llegada la sustitución sonrió, aunque estaba muy nervioso. Es su momento y se quita la ropa. La gente le jalea y él se envalentona. Salta al césped y empieza a correr mientras escucha como la grada le anima tras driblar a uno, a dos y hasta tres guardas de seguridad. Finalmente, un placaje le lanza al suelo, pero sonríe mientras las cámaras le graban en su desnudez.

ASTH

La curiosidad a veces mata

El niño estaba realmente confuso. Decidido a satisfacer sus dudas se sentó con su madre y dijo:

-¿Mamá?

-Dime.

- Mamá tengo que preguntarte una cosa. Estoy aterrorizado.
La madre se giró preocupada, miró a su hijo y le dijo: 

-¿Por qué cariño?

El niño la miró a los ojos y susurró: -Mama es que los sábados cuando estáis en la cama, se escuchan ruidos extraños y al rato a papá decir tu nombre muy fuerte. Me asusto, parece que te pasa algo malo.

La madre le respondió: - Cariño, esa es una manera que tiene tu padre para decirme lo mucho que me quiere. 

El niño se echó a llorar. La madre confusa le preguntó que ocurría y el niño le dijo gritando: 
-¡Mamá yo no me quiero ir! ¡Todos los lunes y martes mientras trabajas papá grita el nombre de la vecina mucho más fuerte pero yo te quiero más a ti!